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El homeschooling es una opción cada vez más popular, y no es para menos. Según el Departamento de Educación de EE.UU., alrededor de 1.7 millones de estudiantes están siendo educados en casa. En Puerto Rico, para el 2018, aproximadamente 300-400 familias optaron por esta modalidad, y la tendencia sigue en aumento. Y es que, educar en casa ofrece muchísimos beneficios. Aquí te comparto algunos de los que me motivaron a elegir este estilo educativo para mi familia.
Flexibilidad de horario.
El homeschooling ofrece la libertad de enseñar cuando y donde mejor se adapte a tu vida familiar. No hay que preocuparse por las ausencias escolares ni por perder material importante. Como mamá y maestra, tú decides cuándo y cómo impartir las lecciones. Además, esta flexibilidad facilita mucho la planificación de citas médicas, eventos especiales y hasta viajes familiares.
Tú decides el currículo.
Hoy en día, los padres tienen acceso a una amplia variedad de currículos. Desde currículos tradicionales hasta opciones basadas en valores bíblicos, Montessori, Waldorf, y muchos más. Hay incluso familias, como la mía, que prefieren no comprar un currículo fijo y optan por combinar recursos de acuerdo a las necesidades de sus hijos.
Enfoque en el estilo de aprendizaje único de cada niño.
Cada niño tiene su propio ritmo y estilo de aprendizaje. El homeschooling permite a los padres personalizar la enseñanza según las fortalezas y debilidades de cada niño. Esto no solo mejora la experiencia educativa, sino que también hace que cada niño se sienta comprendido y apoyado en su camino.
Ahorro de dinero.
Educar en casa significa que no necesitas comprar uniformes escolares ni gastar grandes sumas en libros nuevos cada año. Además, te ahorras ese $1.00 del "Jean Day" de los viernes. El dinero que ahorras puede invertirse en otras experiencias, como actividades extracurriculares que ayuden al desarrollo de tus hijos.
Evitas el bullying.
En el sistema escolar tradicional, el bullying sigue siendo un problema que afecta a muchos niños. Al educar en casa, puedes crear un entorno seguro donde tus hijos pueden desarrollarse sin el temor de ser víctimas de acosos, lo que es un alivio para muchos padres.
Sin comparaciones de calificaciones.
Cada niño aprende a su propio ritmo. Mientras que algunos niños pueden avanzar rápidamente en la lectura, otros necesitan más tiempo. El sistema educativo tradicional a menudo categoriza a los niños que van más despacio como "rezagados" o "deficientes". En casa, los niños aprenden sin la presión de las comparaciones, lo que reduce el estrés y fomenta el aprendizaje autónomo.
Estás más involucrado en sus vidas.
El homeschooling te permite estar presente en cada momento significativo de la vida de tus hijos. Ya sea que se caigan, que celebren un logro o que enfrenten una tristeza, como educadora en casa, eres parte de cada etapa de su desarrollo, lo que fortalece los lazos familiares y permite una educación más cercana y amorosa.
¿Y tú? ¿Has considerado el homeschooling como una opción para tu familia?
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